Volver a volver

 

Por Pavla Ochoa

El frio es bestial esa noche.  

Un cielo azul muy oscuro lo devora todo.

Los dos Alberto caminan lento como queriendo escapar del mundo. 

Un mundo sin sonido, ni movimiento. 

De repente una voz desde la ventana de una casa muy humilde comienza a ser un rayo en la oscuridad para los purretes. Corren, hasta llegar a destino. Escuchan cada vez más nítida la voz del zorzal salir desde una radio; “Y aunque no quise el regreso, siempre se vuelve al primer amor. La vieja calle donde le cobijo. Tuya es su vida, tuyo es su querer. Bajo el burlón mirar de las estrellas, que con indiferencia, hoy me ven volver. Volver con la frente marchita. Las nieves del tiempo platearon mi sien. Sentir, que es un soplo la vida. Que veinte años no es nada. Que febril la mirada. Errante en las sombras, te busca y te nombra. Vivir con el alma aferrada. A un dulce recuerdo que lloro otra vez ….”

No pueden creer tanta magia en el aire. Tanto frio que no pueden más que arder. Se sientan en la vereda y se dejan a los colores que se convierten en eternos. Un tornado dulce  que guardan sus bolsillos, en sus corazones, sin perder su aroma, su esencia de felicidad. 

 Ese volver a volver , a volver.