martes, 10 de diciembre de 2024

MARIQUITA TERREMOTO : Hija de la mishiadura

 


Por Pavla Ochoa


Lejos de la experimentación de Mort Cinder, El Eternauta o Perramus, esta historieta que cuenta las historias de una niña, fue hecha en su integridad por Alberto Breccia y es el pilar en la carrera de un artista que quiso ser humorista y terminó siendo el dibujante más reconocido mundialmente en el universo de las aventuras a cuadros.

 

En junio de 1941 apareció en la revista Espinaca “Mariquita Terremoto”. Esta tira cómica tiene como disparador narrativa a una anécdota o situación particular y el cierre de cada aventura la tiene la contestataria niña que vive en una casa humilde con su tío Don Nicola y un par de ratones que circulan sin patentes.

 

   

La historieta es un reflejo directo de la mishiadura social de las personas que viven en el Buenos Aires de la más extrema pobreza y no en el que describió Scalabrini Ortiz su novela “El Hombre que está solo y espera”, donde la figura del porteño como sujeto social es la excusa para describir la riquezas de este lado del río que buscaba tener similitudes estructurales con los países europeos. Pero también es la muestra de la peor época económica de Breccia, que pese a las dificultades eligió el duro oficio de dibujar.

En una vieja entrevista realizada por Juan Sasturain, es el mismo Alberto Breccia, quien es el encargado de describir a la niña: “Mariquita Terremoto era una piba traviesa. Se me ocurrió a mí ese chiste. La propuse y les gustó. Era una nena muy traviesa, pecosa, con un gran moño. En aquel entonces todo eran guiones míos, no tenía para pagar a un guionista y no daba repartir un peso entre dos”.


La creación de Breccia, viene a ser un precedente muy primitivo de la niña más reconocida de la historieta argentina. "Venía a ser una anticipación de Mafalda, Periquita y la Pequeña Lulú. Fue una de las primeras historietas con una niña como protagonista”; explicó el dibujante sobre el personaje que le daba nombre a su historieta. Además, destacó a este trabajo como el primero que le brindó acercamiento directo con el lector: “Mariquita Terremoto fue personaje que alcanzó bastante popularidad en su momento, al punto que era común oír aplicar ese nombre a las chiquilinas traviesas”.


BRECCIA Y EL HUMOR

 

“La influencia del dibujo humorístico norteamericano es muy fuerte; él leía a todos los renovadores de los años 30, porque además era lo que él quería hacer cuando empezó, todo eso le quedó latente durante años”; advierte, Juan Sasturain, para entender el tratamiento gráfico de Mariquita Terremoto. En su visita a Moreno en el 2013, Carlos Garaycochea, humorista y amigo del dibujante, apuntó a la observación como característica medular para la caricaturización de hechos de la realidad: “Creo que la tarea de un humorista honesto es dar observación, inteligencia y dar humor que se pueda hacer delante de toda la familia”.

                                        


                           

En cambio, el ex ayudante y alumno de Breccia, Horacio Lalia, señaló a Desalambrar que el humor y la aventura no van de la mano: “En el humor importa el chiste y el momento, pero es diferente a lo nuestro, dibujantes de revista. Por eso el humor no es como la historieta y lamentablemente no podemos hacer algo combinado. Somos como tribus diferentes”.




Esa asimetría que mencionó Lalia en Breccia nunca existió. Él era oriundo del humor y pese a ingresar al universo del dibujo serio, nunca abandonó la pasión por esa forma gráfica, más sencilla pero a la vez compleja que es el arte de hacer reír. En la entrevista realizada por su colega, Oscar Vázquez Lucio (Siulnas) en 1989, confesó sin tabúes: “Siempre me gustó más el dibujo humorístico que el serio, aún hoy”.

 

(Publicado originalmente en Desalambrar Noticias el 6 de febrero de 2015 ; https://desalambrar.com.ar/arc/Hija-de-la-mishiadura )

 

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