jueves, 16 de enero de 2025

Dos dibujantes, dos amigos

 Poe Pavla Ochoa

 No puede creer que su amigo desaproveche la oportunidad que tiene en Crítica. Él lo había intentado muchas veces. Le gustaba el ambiente y había hablado muchas veces con don Pedro Rojas, el jefe de dibujantes. Estaba maravillado con lo que hacían, nunca había visto tanto talento junto. Por eso, no dudo en decirle como murmurando pero en voz alta;

-Tenés al lado a Pascual Güida, míralo bien porque es un maestro.

El joven que recientemente dejo de conducir el camión de repartos de su padre que tiene un molino de hierbas medicinales y que ahora comienza a vivir del dibujo, escucha y trata de entender lo que le intenta decir Pipiolo; “Tenés que aprender de los maestros y más si la suerte hace que sean tus compañeros de trabajo”.

 



 Comprende la lección que le está dando ese joven de mataderos quien fue fiel lector de ese diario y testigo privilegiado, no solo de los excelentes escritos de Borges en los primeros años, sino que también en sus inicios como dibujante, prestó mucha atención a las ilustraciones que acompañaban las notas. Y obviamente disfruto del suplemento de historietas.

Su forma de decirle las cosas le hace acordar a su madre, maestra y responsable de comprarle el primer libro de Saúl Steimberg, “Todo en líneas”. Fue muy importante ese encuentro con ese hombre que hace las cosas que él siempre quiso hacer, que todas las noches se va a dormir con el libro a la cama.

Cuando el aire parece asfixiante por las palabras de Breccia, de la nada, sin sentido alguno, le dice:

- Todo lo que termina en “eta” es minimizado: camisa- camiseta, historia- historieta. ¿Te diste cuenta de eso?

El joven egresado en la Escuela Nacional de Bellas Artes, comienza a reír de la ocurrencia de su amigo y maestro, Alberto para él, es las dos cosas juntas.



Breccia sabe que el joven es cabezadura, pero quien ama el dibujo y es lo que va hacer en su vida, en definitiva, tiene que serlo.  Y es justamente lo que es su amigo, una bocanada de aire fresco. Está orgulloso de Carlos.  Siempre recuerda cuando fue a la Escuela Panamericana y dio una charla en la que en la primera fila estaban sentados, Ramón Columba y Hugo Pratt. Y lo escuchó murmurar para sí mismo: “¿Cómo voy a hablar con estas dos personas acá adelante?”. Ahí le vio ese amor al dibujo y ese grado de inconsciencia que te hace avanzar en el dibujo. Quizás, por eso le regaló un cuadro que el mismo pintó a ese tipo de géminis que nació el mismo día que Niní Marshal y Marilyn Monroe. Y que tanto le hace reír con sus ocurrencias.

 


 Garaycochea está feliz de recibir ese trabajo porque en un cuadro está simplificada toda una historia. Todo un pasaje de literatura sin poner una palabra, la imagen es la protagonista. Ahí se convence que eso se puede hacer cuando se es un creador como lo es Alberto.

Ese cuadro lo va acompañar siempre, como la amistad que crece día a día a máxima velocidad.

 

 


 

 

 

 

Fuente:

 

https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/17-22885-2011-09-13.html


 https://rebroteorganizandoeventos.blogspot.com/2009/09/entrevista-carlos-garaycochea.html


https://www.youtube.com/watch?v=XwfFIF8bPSM

 

 

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