Por Pavla Ochoa
Tienen que
hacer algo. Tienen que poner el hombro, remangarse el orgullo y trabajar. Siempre
trabajar. Héctor, es directo al hablarle
por teléfono; “Es un trabajo rápido, es una entrada de guita”. No hay nada que
discutir.
Acepta hacer
los dibujos de esas figuritas al estilo de las yanquis; “Mars Attack!”. El embrollo
de las invasiones extraterrestres es un territorio en la que el escritor se
siente cómodo, ya lo demostró con “Rolo; el marciano adoptivo” y luego con” El
Eternauta”.
El tiempo
les pisa las puntas de los pies, todo debe ser veloz para que cumpla la entrega
a la imprenta cerca de la zona de Constitución. Oesterherld, le comienza a
dictar el argumento por teléfono; “Viene una pareja en el auto, puntos
suspensivos; “Un plato volador Roberto”, puntos suspensivos. Alberto, no puede
creerlo, el tiempo suspensivo es el tiempo que se toma para pensar como
continuar lo que le está diciendo, lo está inventando al mismo que se lo dicta.
La historia
es simple; una invasión, la resistencia barrial, el héroe casi anónimo e
inesperado y el sacrificio para la victoria.
Un poco de literatura y cine, pero con la pluma inconfundible de quien
escribe mucho, para su gusto pero que considera un revolucionario en hacer argumentos de historieta.
Todo debe ser de un tirón para esos dos cuerpos en la pobreza, que habitan las sombras de sus existencias, en una bocanada absoluta de las pasiones tristes que los desviven y los llevan a la desesperación tan ávida como lejana de la felicidad.
Será una historia que va a estar en el álbum de figuritas "Súper Fútbol, no es lo que están acostumbrados hacer, pero es laburo y es lo que importa.
Al cortar
el teléfono sabe que solo no va a poder hacerlo. Les pide a Enrique y Cristina que le den una
mano para acelerar la cosa. Su hijo mayor se encarga de dibujar algunas y
esbozar todo lo que sea la confección de vehículos y edificios y su hija es la
responsable de la guía de color. La familia lo acompaña, obvio que saben que es
poca guita, pero que va a ayudar a parar la olla por un tiempo y que él pueda
viajar a Chile para comenzar el trabajo de investigación sobre la historia del
país vecino que debe dibujar por encargo.
Las figuritas
son terminadas a tiempo record. Cuando ve el álbum de Súper Fútbol, se entera
que están fuera del mismo y que el trabajo es como una especie de yapa. Solo en la página
final hay un resumen de la misma y en la contratapa a puro color están algunos
de los dibujos de esa aventura anónima, sin autores.
No le
importa mucho, si su nombre está o no está mencionado, eso es lo de menos. Lo importante
es laburar, pucherear.
En esa
historia de plutonios y resistencia, habla el cuerpo de la pobreza. Ese cuerpo que
anda por el mundo, sin espacio en el mundo. Ese cuerpo territorio de la agonía,
que quiere seguir respirando, que busca sobrevivir, una y otra vez. Una y otra
vez.
Fuentes:
https://rebroteorganizandoeventos.blogspot.com/2011/05/las-otras-figuritas-de-fierro-1-platos.html
https://www.quintadimension.com/node/171
https://accion.coop/cultura/luces-en-el-cielo/
https://figuritasargentinasfutbol.blogspot.com/2014/09/album-super-futbol-1971.html
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-470-2002-11-10.html
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