miércoles, 29 de enero de 2025

Sergio Tarquinio: un amigo de la familia Breccia García

 Por Pavla Ochoa

 

Pinta con el corazón, cada línea del rostro de su amigo, que le abrió las puertas de la amistad y su familia.  Recuerda como en esa Italia desgarrante del fascismo, comenzó a escasear el trabajo para la mayoría, pero más complicado fue para los historietistas. No dudo en conectarse con la editorial Abril de Buenos Aires, que determinó su nuevo rumbo; abandonar su tierra y habitar el desarraigo. Todo fue doloroso, pero siempre se dijo a sí mismo; “¡la aventura es la aventura!”.

Por eso cada trazo del rostro que está pintando es importante para él. Porque esa persona fue abierta y sincera, no le interesó nunca averiguar su pasado, su nivel social u orígenes. Alberto y Nelly, son sus hermanos mayores.





 Le gusta tomar el tren de Ituzaingó a Haedo y dejar el tiempo volar.  

Por eso pinta con una sonrisa gigante que atrapa el universo entero.

Ríe al recordar a Enriquito, el sol de los Breccia, subir y bajar de sus brazos y marcharse con besos llenos de chocolate. Le gusta compartir con esas personas tiempo juntos.

Recuerda que apenas se conocieron, Alberto lo hizo socio del "Club Náutico Bouchard " y que iban a navegar en bote, a nadar, pescar, jugar al tenis. Jornadas inolvidables que guarda en su mente y en sus huesos. Esa tranquilidad de sentirse familia, no la encontró con sus colegas que también vinieron Argentina y solo visita los sábados . Quizás porque tIene un largo viaje del oeste del conurbano a la pensión de Acassuso y los Breccia García están a minutos de su casa.

Esa familia, lo sostuvo para no rendirse en esta tierra tan lejana de la suya. Por eso pinta ese retrato, como si se encontrará ahí los recuerdos, los deseos de tomar el mundo por las manos.

Piensa en volverse a su tierra en algún momento y le quiere dejar de regalo ese retrato a su amigo, su familia. Al terminar de pintar firma con un trazo su nombre; Sergio Tarquinio -1949”

Y de la nada, comienza a cantar con lágrimas y risas un tango que le gusta mucho;

 

“Cómo olvidarte viejo amigo, cafetín de Buenos Aires,

 

Si sos lo único en la vida que se pareció a mi madre.

 

En tus mesas milagrosas de sabihondos y suicidas,

 

Yo aprendí filosofía, dados, timbas y la poesía cruel

 

De no pensar más en mí.

 

Me diste en oro un puñado de amigos:

 

Que son los mismos que hoy alientan mis horas”

 

 

 

Fuente; https://www.tebeosfera.com/1/Seccion/RRP/01/Tarquinio.htm

 

martes, 28 de enero de 2025

Los inicios del vinculo Breccia y Nicolás Gibelli de Editorial Codex

 Por Pavla Ochoa


Tiene bronca. La sangre le brota como fiebre. Golpea con fuerza la puerta de la editorial ubicada en la calle Sarandí 328. Tiene ganas de cantarle todas a Nicolás Gibelli, el dueño de Codex. Siente que lo único que tiene es la palabra y si se falta a la misma, nada queda. ¿En que creer, entonces?

Cuando lo llamó por primera vez, ya había editado sus primeros dos libros con ilustración de Blotta y a él le había encargado la tapa de una nueva revista que van a llamar Pimpinela y una historieta "El Capitán del Barco" con argumento de Leonardo Wadel. Pero, resulta que la tapa y la aventura a cuadros la está haciendo también; Enrique Vieytes. 



La falta de palabra es lo que más le enoja y no tolera.

 Comienza a gritar hasta que el dueño le abre la puerta de su oficina. Al entra, le tira en la jeta el dibujo encargado y comienza a insultar con aire de compadrito. Es una locomotora a vapor que lo arrasa todo. Un torbellino de emociones. Da golpes a la mesa y le tira la plata que le habían pagado por el trabajo.

-No se lo permito-le dijo humillado en su orgullo de empresario y moral capitalista, Gibelli.

-Si no me lo permite, se levanta y me pega un tortazo- le respondió con palabras pugilísticas, Alberto.

Todo era asfixiante y febril en el lugar. El empresario, no movió un musculo, solo bajó la mirada.

Pipiolo, cerró la puerta con fuerza. Tiene  la certeza de no haberse dejado pisotear. Nunca aguantó el manoseo de quienes se sienten con derecho sobre uno solamente por dar trabajo. No se lo va a permitir a nadie. Nunca.

En esos momentos, nadie, ni el mismo, imaginaría que años después, Gibelli lo volvería a llamar para que dibuje una revista para niños llamada; Peter Pan y algunas tapas de libros.



Una noche, al pasar por la casa de Breccia a retirar las ilustraciones, el empresario ve un retrato que le hizo el pintor italiano, Sergio Tarquinio, amigo y compañero de trabajo en Editorial Abril, que adopto como familia . Lo mira un rato y riendo por la fecha de la pintura, le dice a Pipiolo; “Se acuerda cuando tuvimos aquel cambio de palabras”. Sin darle respiro, le encarga una historieta nueva que tendrá como título; “Pancho López”.




De ese mal entendido, surgió un respeto mutuo, Por un lado, Gibelli, le aumento por su cuenta el valor de su trabajo que le permitió empezar la construcción de su casa y ahora iba a poder a volver hacer lo que gusta, dibujo humorístico. Se abría una nueva historieta en la vida de Alberto. Y sabía que había sido resultado de no verse nunca como artista sino como un trabajador.



 Fuente: https://fugahistorietas.blogspot.com/2009/03/conociendo-carlos-trillo-y-juan.html

- https://luisalberto941.wordpress.com/2018/10/14/editorial-codex-el-gigante-olvidado-los-inicios/

- BRECCIA EL VIEJO por JUAN SASTURAIN





La primera historieta de Trillo y Breccia: Un Tal Daneri

 Por Pavla Ochoa


Podría decirse que aquella era una noche más en Buenos Aires y no sería mentira. Pero para Carlitos es distinta.

 Está asombrado de recibir el llamado de Breccia. No se conocen mucho, solo tomaron un café y hablaron de historieta, una vez.  Del otro lado del tubo, el viejo sin rodeos le dice que leyó algunas cosas de las que escribe y que le gustaría que le haga algunos argumentos para una serie de episodios breves. No puede creerlo, le gusta ese dibujante de un expresionismo impactante, realista y feista al mismo tiempo, de rasgos exagerados, su dominio de la anatomía y su maestría con el juego de luces. Empieza a imaginar una iluminación rotunda, en un blanco y negro durísimo, sin matices de grises y es ahí que le dice que quiere contar una historia policial negra.

Alberto, está de acuerdo y le marca también lo que quiere; “dibujar el Mataderos de su infancia”. Ese barrio que lo tiene latiendo continuamente en su interior. El de paredones de ladrillo, de calles de barro, de nubes que parecían estar al alcance de la mano de tan baja. En el remolino de recuerdos en voz alta, le larga; “En Mataderos yo vi dos duelos criollos protagonizados por el Pampa Julio, un príncipe ranquel que se había hecho guapo. Uno de esos duelos me acuerdo era sólo a planazos, no a muerte. Y se daban planazos, y se iban rebanando de a pocos”.



Ambas cosas que quieren hacer no desentonan entre sí.

De la nada, en base a lo que escuchó, le dice que va a escribir una historia de un hombre con una marca en la cara y que va a ser un caso que va a investigar un tipo que es un ex policía, con rasgos de malevo del 900.

Con el entusiasmo a flor de piel comienzan a buscarle nombre al personaje que va a estar en los relatos.  Buscan y buscan por los rincones de la memoria, hasta que Trillo dice;

-¿Y...un tal Daneri?

-Bárbaro, deja ese nombre.



Al cortar la llamada, no sale de su asombro, Alberto Breccia, va a dibujar su primer argumento de historieta. Para alguien que ama las aventuras en cuadritos, es como que Gardel cante un tango escrito por uno mismo. Imagina un relato con algunos elementos fantásticos y citas borgeanas. Lo que no sabe, ni imagina, es que el viejo también esta chocho de hacer algo con él.

Breccia, está asombrado con él, desde esa entrevista que escribió con el título, “De Buenos Aires a Milán, parando en todas”. Tanto le despertó curiosidad que en Córdoba le dijo a Alberto Broccoli ; “¿Cómo sabe tanto de mi…? Cómo sabe tanto Trillo, sí yo a Trillo no lo conozco”.





 Tiene muchas ganas de hacer esa historieta. Y ahora van a hacer algo juntos. Está feliz, le pide a Martín Mazzei que haga un boceto de letras para el título y comienza a dibujar y dibujar, sabiendo que ahí está su historia, su vida, su barrio.

Cuando el joven ve las paginas, no puede creerlo; “Está entrando al mundo, ese mundo que ama, el de la historieta, a lo grande”.




La revista Mengano, pública ese primer episodio, luego se hace difícil sostener el mismo precio del trabajo de Breccia. No hay presupuesto, pero lo que más le asombra a Carlitos. es que el dibujante tenga ganas de seguir con las aventuras de ese Tal Daneri.

No saben mucho su destino y tampoco del de ellos. Solo saben que tienen ganas de seguir juntos.

Nadie imagina lo que vendrá , ni el terror que se avecina en estos pagos. 

Nadie….


domingo, 26 de enero de 2025

Breccia y Oesterheld; figuritas para pucherear


 Por Pavla Ochoa

Tienen que hacer algo. Tienen que poner el hombro, remangarse el orgullo y trabajar. Siempre trabajar.  Héctor, es directo al hablarle por teléfono; “Es un trabajo rápido, es una entrada de guita”. No hay nada que discutir.

Acepta hacer los dibujos de esas figuritas al estilo de las yanquis; “Mars Attack!”. El embrollo de las invasiones extraterrestres es un territorio en la que el escritor se siente cómodo, ya lo demostró con “Rolo; el marciano adoptivo” y luego con” El Eternauta”.

El tiempo les pisa las puntas de los pies, todo debe ser veloz para que cumpla la entrega a la imprenta cerca de la zona de Constitución. Oesterherld, le comienza a dictar el argumento por teléfono; “Viene una pareja en el auto, puntos suspensivos; “Un plato volador Roberto”, puntos suspensivos. Alberto, no puede creerlo, el tiempo suspensivo es el tiempo que se toma para pensar como continuar lo que le está diciendo, lo está inventando al mismo momento que se lo dicta.

La historia es simple; una invasión, la resistencia barrial, el héroe casi anónimo e inesperado y el sacrificio para la victoria.  Un poco de literatura y cine, pero con la pluma inconfundible de quien escribe mucho, para su gusto  pero que considera un revolucionario en hacer argumentos de historieta.



Todo debe ser de un tirón para esos dos cuerpos en la pobreza, que habitan las sombras de sus existencias, es una bocanada absoluta de las pasiones tristes que los desviven y los llevan a la desesperación tan ávida como lejana de la felicidad.

Será una historia que va a estar en el álbum de figuritas "Súper Fútbol, no es lo que están acostumbrados hacer,  pero es laburo y es lo que importa.





Al cortar el teléfono sabe que solo no va a poder hacerlo.  Les pide a Enrique y Cristina que le den una mano para acelerar la cosa. Su hijo mayor se encarga de dibujar algunas y esbozar todo lo que sea la confección de vehículos y edificios y su hija es la responsable de la guía de color. La familia lo acompaña, obvio que saben que es poca guita, pero que va a ayudar a parar la olla por un tiempo y que él pueda viajar a Chile para comenzar el trabajo de investigación sobre la historia del país vecino que debe dibujar por encargo.






Las figuritas son terminadas a tiempo record. Cuando ve el álbum de Súper Fútbol, se entera que están fuera del mismo y que el trabajo es como una especie de yapa. Solo en la página final hay un resumen de la misma y en la contratapa a puro color están algunos de los dibujos de esa aventura anónima, sin autores.  





No le importa mucho, si su nombre está o no está mencionado, eso es lo de menos. Lo importante es laburar, pucherear.

En esa historia de plutonios y resistencia, habla el cuerpo de la pobreza. Ese cuerpo que anda por el mundo, sin espacio en el mundo. Ese cuerpo territorio de la agonía, que quiere seguir respirando, que busca sobrevivir, una y otra vez. Una y otra vez.

 

 

 

Fuentes:

https://rebroteorganizandoeventos.blogspot.com/2011/05/las-otras-figuritas-de-fierro-1-platos.html

https://www.quintadimension.com/node/171

https://accion.coop/cultura/luces-en-el-cielo/

https://figuritasargentinasfutbol.blogspot.com/2014/09/album-super-futbol-1971.html

 

https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-470-2002-11-10.html


viernes, 24 de enero de 2025

Borges y Breccia


 Por Pavla Ochoa

Está ansioso, hoy va a poder hablar con él, más largo y tendido. Lo sabe, lo presiente muy dentro suyo.

Ese amigo que conoció de joven cuando leía sus primeros escritos en el diario Critica, esos que después fueron parte de la Historia Universal de la Infamia.  Alberto, en sus palabras encuentra sus propios temores, soledades y de repente le toca presentarlo en la conferencia que va a dar sobre lenguas germánicas. No puede creerlo. Va a estar frente a frente con “Borjes”. Tiene ganas de hablar de ese Buenos Aires que ambos conocen y que se está desvaneciendo velozmente. Ese mundo orillero, sus malevos y sus duelos a cuchillos, ese mundo ya no está a la palma de su mano.





El escritor llega a la calle Florida al 800 e ingresa a la sede del Instituto de Directores de Arte (IDA). Pipiolo está orgulloso de que conozca ese lugar que con esfuerzo de sus compañeros y estudiantes, pusieron en condiciones para su funcionamiento. Una vez más van a recibir a la literatura. Hace unos meses estuvo Sábato para hablarles de lo que es una tapa de un libro, ahora le toca a él-

Cuida sus palabras, tiene vergüenza.  Tiene ganas de decirle que quiere dibujar su obra, pero no se anima. Es Borjes quién hace estallar el silencio, contándole sobre su aprendizaje autodidacta del idioma alemán; “Comencé a leer un poema de Heinrich Heine, con la ayuda de un diccionario. Hubo un momento en que me di cuenta de que ya podía seguir leyendo por mi cuenta. En ese momento lloré, porque de una manera modesta había logrado poseer al vasto idioma alemán”.

Lo escucha y todo le sirve para la presentación del tema a exponer.  Se sorprende de escuchar el puntapié inicial del expositor que les  regala a todos, ese texto  poético en su formato oral;

“ Ich hatte einst ein Schönes Vaterland.

   Der Eichenbaum

   wuchs dort so hoch, die Veilen nickten sanft.

   Es war ein Traum.

 

   Das küsste mich auf deutsch, und sprach auf deutsch

   (man glaubt es kaum,

   wie gut es klang) das Wort: "Ich liebe dich!"

   Es war ein Traum”.

 

Todos los presentes sienten el cuerpo de la palabra. Es el mismo Borges que luego de quedarse unos segundos en silencio y sonriendo les dice; “Qué hermoso es el alemán. Y al mismo tiempo tiene vocales abiertas y consonantes ásperas como el inglés antiguo, no como el inglés moderno que no hay vocales. En alemán las vocales son abiertas “Es war ein Traum”. En cambio en inglés es ;”It was a dream”, No se sienten los timbres vocálicos en cambio en alemán retumban las palabras”.

Sonríe y todos sonríen con él.





Al finalizar la larga exposición, Alberto le hace una caricatura todo en amarillo porque es el único tono que él ve. Lo hace para que  Borges, pueda apreciar esa caricatura y también el amor que le tiene a toda su obra.

Se quedan hablando un rato. Todos ven a esos dos hombres que añoran ese Buenos Aires que ya no existe. El de viejos almacenes con despacho de bebidas, bien de orilla. El de camino de tropa, de tierra y algunas empedradas. El de las chatas que estaban muy pintadas y tenían versos hechos por fileteadores. Esos campos llenos de manadas de perros cimarrones. El Buenos Aires de guapos a cuchillo. El tiempo está después para ellos. Es el propio escritor que le dice al dibujante a modo de despedida; “La ceguera lo obliga a uno a la memoria”.

Se queda con una mueca de sonrisa, sabiendo que son todo lo que recuerdan y los demás lo que han olvidado.



Se lleva muchos pensamientos para traducir en su casa de Haedo, entre mates y sus gatos, pero la certeza de estar conectado a ese tipo que fue su amigo en su juventud, más allá de no conocerse físicamente. Sabe que algún día va a dibujar su obra y que seguirá leyéndolo en los días por venir.



Fuentes: Entrevista por lx autorx a Irma Dariozzi en 2011.

-Jorge Luis Borges habla del idioma alemán y de Heine en una entrevista del programa "A fondo" de RTVE presentado por el extraordinario periodista Joaquín Soler Serrano. https://www.youtube.com/watch?v=BKXxKyKb6rM

-Antonio Carrizo entrevista al escritor, Jorge Luis Borges en el programa especial "LOS GRANDES",emitido el 07-03-1984 por Canal 11 de Buenos Aires,Argentina. https://www.youtube.com/watch?v=fg8j05_GV68

-BRECCIA EL VIEJO por JUAN SASTURAIN- Editorial COLIHUE

 -Charla de Juan Sasturain y Mariano Buscaglia, en la Biblioteca Nacional- 17 de mayo de 2019. https://www.youtube.com/watch?v=g1tO9bMfR_I&t=1246s

                 



jueves, 23 de enero de 2025

Otro sábado en Haedo

 Por Pavla Ochoa

Es otro volver a volver. Les gusta llegar cada sábado a la casona de Haedo, tocar el timbre y esperar que él abra la puerta. Subir la vieja escalera esquivando gatos mansos y entrar a su guarida, que llama taller. Todo en el lugar destila magia arcana. El olor de los libros que se respira en su biblioteca nutrida de historia, de su propia historia, llena los pulmones de memoria activa.

 El retrato hecho por su hijo Enrique es imponente. Al verlo una y otra vez se quedan mirándolo, es el mismo anfitrión que desata siempre el mismo elogio;” Él sí que es un artista virtuoso, yo no".

Al entrar al taller, se sientan y toman mate acompañado de facturas. Es el maestro quien quiebra el silencio con una humorada; “Al final, el único que está haciendo honor a las facturas es Danilo”. El destinatario, se pone colorado e intenta disimular con sus amigos haciendo un comentario de su última lectura, los demás le dejan las tortitas negras a Pipiolo, saben que son sus preferidas y nadie se anima a comerlas.  Hay alegría en el lugar sobrio y acogedor. Luminoso. Rodeado de ventanas que dan al jardín. Al ver que un par se queda mirando sus flores, vuelve a decir una frase desopilante que hace reír a carcajadas al grupo; "Un duende no es un enano de jardín. Es una criatura horrorosa”.




Los pibes son felices, saben que el viejo no enseña dibujo ni técnica, sino que le gusta abrir mentes. Está convencido de que no es un maestro, que solo es un piloto que mantiene los barquitos en ruta, nada más, trata de sacar la fuerza que cada alumno tiene dentro, entendiendo que cada uno es un mundo distinto, los cuida como a sus flores, pero que en el tablero cada uno haga lo que quiera.


Para dar inició a la muestra colectiva de los trabajos, el viejo elige una frase; “El dibujo es el hallazgo de pequeños aciertos", a Delius, le encantó y la anota en una hoja. 

Cada uno en un caballete de pintor comienzan a mostrar frente a todo el grupo lo que hicieron en la semana. Todos opinan bajo la mirada y las palabras  de Alberto que parecen flechas disparadas con certeza; "el estilo es una cárcel"… dibujar es muy fácil, es como simular un tablero de ajedrez: al lado de un casillero blanco, siempre va uno negro…Primero muestre que domina la anatomía humana después rompala como quiera, o ¿creé que Picasso empezó cubista?...el talento derriba muros…el arte es una de las formas más eficaces de sacar provecho de la angustia existencial".

 Al ver una página en particular, dice en voz alta; “Vos pintás como tirando fideos al río”.



   ILUSTRACIÓN DE EDU MOLINA


                                                                                      

Nadie  puede contener otra vez la risa. Están maravillados de ese hombre que tienen en frente,que les exige trabajar seriamente, con compromiso, “con las tripas en el tablero de dibujo”, pero también con amor, con felicidad.

Luego se desata la charla, casi una ceremonia cotidiana. Hablan de Mataderos, de ese tiempo de felicidad que guarda su corazón, de Lovecraft,  Carlos Gardel, de Borges, Chaplin y el expresionismo alemán. Es una rayuela, de la que le gusta saltar y saltar.

 Antes de irse, algunos se animan pedirle un dibujo en sus ejemplares de Mort Cinder y Perramus. Mientras se dibuja la cara, les larga; "Tengo más arrugas que verija de vieja".


                   AUTORETRATO DE ALBERTO BRECCIA PARA EDU MOLINA


Todo es un cagadero de risa incontrolable. Los pibes y pibas, saben que otro sábado se va pero que tienen varios días para volver a esa cueva de Haedo con su troesma.

Ese volver a volver al oeste…

 


Texto escrito en base a posteos de Facebook de Eduardo Molina, Danilo Guida, Alejandro Blasi y las entrevistas realizadas por lx autorx a Daniela Kantor, Delius, Sandra Lavandeira, Lautaro Fiszman y Mariano Grynberg.



miércoles, 22 de enero de 2025

Entrevista con Mariano Grynberg

Por Pavla Ochoa


  Mariano Grynberg, es dibujante, pintor, escultor y docente especializado en el Arte como medio de liberación. Estudió con Alberto Breccia, en el taller de historieta que brindaba en su casa de Haedo.

En el 2018, realizamos una entrevista via mail, en la que nos cuenta como fue la experiencia de estudiar con Pipiolo, lo que le permitió codearse con gente maravillosa, chicxs en aquel entonces, que ahora son dibujantes consagradxs y que juntxs crearon la revista El Tripero. También, describió que lo magnífico de esas clases, era escuchar al viejo, porque siempre tenía salidas insólitas o anécdotas riquísimas, destacando el gran don extraordinario para la enseñanza, que con pocas palabras marcaba hacia dónde el estudiante tenía que ir.





-¿Cómo fue la experiencia de estudiar con Alberto Breccia?

Fue una gran experiencia, una experiencia vital que marco mi camino como artista y como persona.

-¿Podes describir como era él?

Recuerdo a Alberto como una persona inteligente y fuerte. Como maestro era muy claro y contundente, no dejaba mucho espacio para la confusión.

-Breccia decía que “hay que poner las tripas en el tablero para dibujar” ¿Cómo fue esa enseñanza en la práctica?

Es un concepto fundamental, básico, sino enfrentas tu verdad interior no podés hacer nada que valga realmente la pena. Es un camino lleno de belleza y muy interesante.

-Según las entrevistas que fui realizando sobre él, señalan que Breccia tenía un humor ácido ¿Eso aparecía en las clases?

Definitivamente sí.

--¿Cómo recibiste la noticia del fallecimiento de Alberto el 10 de noviembre de 1993, justamente el día del dibujante?

Estabamos unos cuantos de guardia en el hospital cuando falleció, aún lo recuerdo de camino a la sala de operaciones haciendo la v desde la camilla con los pelos revueltos. Alberto nos dijo muchas veces que no temía a la muerte y yo siempre le creí. Fue muy duro para mi perder a Alberto, en lo personal lo sufrí mucho, como la muerte de un familiar muy cercano, todavía lo extraño y pienso en el a menudo.





-¿Qué los motivo a varios de ustedes que estudiaban con Alberto a llevar adelante una experiencia como El Tripero?

Fue en un viaje que Christian Montenegro y yo hicimos a la Habana, invitados a la Bienal Iberoamericana que Se realizaba allí ( no sé si aún lo hacen) conocimos unos vascos que se autoeditaban en una revista llamada “ Napartheid”, ellos nos motivaron a hacer lo mismo para superar la escases de medios donde mostrar nuestro trabajo. Era mejor eso que esperar a ser aceptados por alguna editorial, y era coherente con todo el concepto que habíamos aprendido de Alberto.





-¿Qué te sorprendió de la obra de Breccia?

Todo.

-A Breccia ¿Se lo extraña en estos tiempos modernos?

Yo aún vivo en otros tiempos, soy un ser anacrónico. Siempre nos hacen falta los grandes artistas como Alberto.

¿Cuánto de Breccia absorbiste en tu propia obra?

No podría cuantificarlo, pero un montón supongo.




¿Podes contar alguna anécdota con Alberto?

Más que una anécdota , me encantaban sus historias de juventud y de amistad, como la que tenía con Oski, del cual hablaba con mucho cariño. Eran historias divertidas y muy bien contadas.

 


La provocación de Ugo...la respuesta de Alberto; "Sherlock Time"...

Por Pavla Ochoa

 

Sube al viejo Chevrolet de su amigo Narciso. En el camino se le suman el negro Pereyra y Luisito Destuet. Terminan en Acassuso en la casa de Ugo. Y luego se van a Palermo. Casi sin filtro, el tano le dice en la cara: “Vos sos una puta barata porque, pudiendo hacer un buen trabajo, estás haciendo Vito Nervio que es una mierda”.




Estas palabras crueles; pero sinceras, fueron un puñal al corazón de Pipiolo. Le duele porque sabe que lo que está haciendo no es una mierda, ni es una puta barata. Pero se lo traga para dentro. Simula sonreír, hacer de cuenta que nada le afectó.

Al poco tiempo, lo llama Oesterheld: “Tengo un guión para vos, si te interesa”. Es el argumento de Sherlock Time. Acepta dibujarlo.  Ve ahí la oportunidad de mostrarle a su alocado amigo que no es lo que dice de él.

Por varios días se encerró en su estudio y comenzó a estudiar juegos de luces y sombras con pequeñas velas que encendía aquí y allá para lograr el efecto buscado.

Se enfrenta a sus fantasmas, los libera.

 Se desploma trabajando.

Deja sudor de sangre en cada página.

Cuando la historieta se publica, Pipiolo tiene la sensación que le movió el piso a muchos.

Es el propio Ugo quién cae rendido a sus pies; “Mirá, retiro lo dicho, te pido disculpas”.

Siente que le dio un certero golpe a la mandíbula que había escupido esa bravuconada en una mezcla de castellano e italiano.  El golpe certero fruto del esfuerzo.

Siente que ya no hay paso atrás.  Siente que hay un nuevo horizonte a seguir y él está convencido de caminar hacia el mismo.

 

 

 

Fuente:


https://www.quintadimension.com/node/280

 

 

 

 


La muestra humorística del 55 que solo duró un día



 Por Pavla Ochoa

“Nace Patricia, el mismo día que inauguramos con Cotta, Garaycochea y Laino una muestra humorística en Galería Picasso. Coincide con la contrarrevolución del 55 en que es derrocado Perón. Se inaugura y se clausura el mismo día por ese motivo”.

Fragmento de carta de Alberto Breccia a Marcelo Ravoni en 1974, publicada en prólogo de la edición italiana de Mort Cinder (1977) bajo el nombre de "Vita e opere di un cerro". 


La ciudad amanece nublada y con frio ese jueves de junio. Pasado el mediodía, inesperadamente un avión de la armada tira la primera bomba en Plaza de Mayo. Una de ellas, impacta en un trolebús y mueren todos sus pasajeros. Quieren asesinar a Perón y vale todo.

En las calles se respira muerte y odio.

Alberto, está nervioso por lo que está sucediendo, pero también está feliz; acaba de nacer su hija Patricia y aún tiene en su mente, el brillo de felicidad en los ojos de su compañera Neli, por la nueva integrante de la familia Breccia.

Es obvio que no puede hacer la vista gorda a lo que sucede en las calles, pero no  puede detenerse.  Tiene que ir a la inauguración de la” Primera Exposición de Dibujo Humorístico Contemporáneo" en la galería Picasso. Es un compromiso asumido desde hace tiempo y tiene que asistir. Tiene que ir por sus colegas, por sus amigos del lápiz, tinta china y color.




Al llegar al lugar, ve que los come los nervios a Carlos, a Osvaldo, a Angel y a Ricardo. Todo es nervio e incertidumbre. Pero el amor que les tienen al dibujo hace que sigan para adelante.  Saben que, en otro momento, la sala estaría llena de gente, pero entienden lo que está sucediendo, ellos tampoco pueden ignorar el caos organizado.

A las pocas personas que se acercaron a la calle Florida, Pipiolo les dice con profunda honestidad cuando se detienen a ver su obra; “Siempre me gustó más el dibujo humorístico que el serio, aún hoy”. Una forma elegante de marcar distancia con su historieta Vito Nervio y con lo que se conoce de él.


Pero, Alberto sabe que la sensibilidad está puesta a lo que sucede afuera, que mantiene en alerta a los presentes. Habla con Udaeta, Garaycochea, Cotta y Laino, un rato y todos saben que la muestra no tiene mucho futuro. Se saludan y Pipiolo vuelve a su casa de Haedo, a disfrutar de su familia.

El clima hostil en las calles se mantiene, es claro que hay un sector de la sociedad que quiere sacar del gobierno a Perón y que nada termina ese 16 de junio. Se queda con el sabor amargo de imaginar que hubiera pasado con su arista de pintor si la muestra se hubiera realizado otro día. Pero sabe que las cosas pasan cuando suceden y no cuando solo se las desea. Por eso sonríe al leer semanas después la nota periodística que habla de la muestra y que destaca a ese Breccia que él quería que la gente conozca; “En la apreciación individual de los expositores, comenzaremos por Breccia, a quién el público conoce por las historietas que publica en el país y en el extranjero. Su humorismo, como se sabe, se enlaza con la enorme profusión de elementos que distribuye milagrosamente en el reducido marco de historietas. Su característica saliente es el equilibrio en la forma. Acondiciona sus dibujos con suma pulcritud y jamás la historieta desplaza el centro de su interés. Es detallista prolijo, construye sus cosas sin apremios, colorea también con discreción. Puede emplear dos semanas, nada menos, en realizar un solo cuadro: "Domingo", que en esta exposición reclamaba la justa admiración de todos. Su sentido del humorismo se nutre de un universo y sale airoso del montón de sus elementos habituales. Nada nos aparta de su mensaje. Todo le es necesario. No podríamos concebirlo sin esa fuerte presión de las cosas. Breccia se destaca, pues, por la composición”.


Se queda con ese recuerdo, lo guarda en una caja de zapatos. Mira a su alrededor, a sus seres queridos. Se sienta al lado de la gran chimenea, comienza asar unas batatas en el fuego, mientras Neli teje ropita de lana para las muñecas de sus hijas. Se queda con esta postal, pero sabe que nadie podrá hacerlo olvidar de ese 16 de junio de 1955.

Nadie.




 

 

Fuentes: https://historiaspasado.blogspot.com/search?q=el+otro+yo+breccia

 

- Prologo carta de Breccia a Ravoni- Mort Cinder- IMAGO LIBRI - L. F. Bona editore, de 1977- Milan


https://www.youtube.com/watch?v=SckFsTwmzzc



martes, 21 de enero de 2025

El Eternauta - Segunda parte (1976-77)

  Por Pavla Ochoa


En 1976 Editorial Record, decidió publicar una nueva aventura de El Eternauta. Para hacerlo, volvió a juntar a la dupla creativa original, a Héctor German Oesterheld y a Francisco Solano López.





En esos años Oesterheld, estaba trabajando para la Editorial Columba. Había llevado la propuesta de publicar en fascículos a El Eternauta. El encargado de materializar la iniciativa fue Antonio Presa.

Así lo recordó el mismo Presa en la entrevista que le realizaron en 2006, Cesar Carrizo y Luis Guaragna; “Oesterheld en ese momento me dice “tengo el Eternauta… ¿Columba lo publicara?” “¿cómo no lo va a publicar?” Yo me conocía el guion del Eternauta desde la primera letra hasta la última. Y lo adapto, lo divido en unidades de capítulos de Columba. Es decir, una unidad que empezaba y se cerraba con cada aventura, digamos, dándole una unidad temática. Porque en el fondo la tenía. Lo presento y me dicen “no. Esto no.” “pero mire que va a ser un éxito colosal” “y no. Pero después que ponemos si va a ser un éxito colosal. Con que lo continuamos” en la última reunión de directorio me dijeron “y si tiene éxito con que lo seguimos”. Me lo rebotaron. Oesterheld agarro todo el material, se lo llevo a Scutti. Al tal Scutti. Scutti lo publico en ediciones completas. Se cansó de vender. Hasta la decimocuarta, la decimoquinta edición”.



A partir del éxito de esa republicación de la primera aventura de El Eternauta en Record. Scutti, decide publicar la segunda parte en plena dictadura. Las condiciones de producción son muy distintas a las de 1957 y 1959, tiempo en el que se desarrolló la historieta, porque en 1976 estaba el Terrorismo de Estado como política estatal y Oesterherld era militante de Montoneros.




En esta nueva historieta, Juan Salvo, pierde algunos rasgos distintivos de la versión de la revista Hora Cero y se viste de un perfil más ideológico revolucionario. Ya no importa su mujer Elena y su hija Martita, sino que el pueblo está sobre todas las cosas.






ENTREVISTA CON SOLANO LOPÉZ


En el 2008, en Moreno, Francisco Solano Lopéz, describió esos años en los que volvió a trabajar con el guionista en plena dictadura eclesiástica cívica militar; “Era una época muy brava, en ese momento la historieta de El Eternauta y sus referencias políticas y sociales que tenía, indudables, pasó desapercibida para los represores, para los Ellos. Era una especie de metáfora de lo que nos estaba pasando a todos. Estuvo disimulada. Lo que ocurre es que Héctor Oesterheld tenía una militancia política, a raíz de que sus propias hijas habían intervenido en la militancia y acción comunitaria, él se plegó a ese movimiento con los jóvenes y estaba en el comité ejecutivo del diario Noticias, donde hacia una tira de ciencia ficción, donde de una manera más explícita hacia jugar a los montoneros contra los represores de forma muy visible”.






-¿Como fue trabajar con Oesterheld en plena sangrienta dictadura?


-En El Eternauta, él trabajaba de forma clandestina. Al guion a veces lo llevaba él en horarios extraños o se acercaban de la editorial, porque cambiaba siempre de domicilio, porque era una persona buscada por los militares. Y yo estaba en una situación delicada, porque estaba en un estudio de Belgrano que era peligroso. Gracias a esta situación que te cuento me parece que pase un poco desapercibido. Llego un momento en que me tuve que ir del país porque mi hijo estaba en la misma situación que Héctor. Fueron años muy duros para mi familia”.




 

-¿Cuál fue su reacción en 1969 al ver la versión de El Eternauta que realizaron juntos Oesterheld y Alberto Breccia?

-Para mí fue muy difícil juzgarlo, porque cuando Héctor y Breccia se juntaron para hacerlo, no estaba en el país sino en España. Estaba recién volviendo, por eso entendí que tuvieran la necesidad de reproducir la historia y lo que ocurre o lo que no había advertido era el cambio político y la nueva vuelta de tuerca que le estaba dando Oesterheld a la historia”.







El Eternauta II realizada en 1976 en plena dictadura es un giro argumental del propio guionista Oesterheld que sería un desaparecido de esos nefastos años (1977) y con un dibujo respetado por parte de Solano Lopez pese a no estar de acuerdo con esta versión a la que el mismo llamó "historieta montonera". 

El 27 de abril de 1977 el guionista fue secuestrado, torturado y asesinado por un grupo de tareas. Compartió cárcel en sus últimos días con Roberto Carri, se cree que fue asesinado en la ciudad de Mercedes a finales de ese año.


Fuente:

- Entrevista realizada por lx autorx a Francisco Solano Lopéz en Moreno- Septiembre de 2008.


https://unmalpensado.blogspot.com/2013/09/entrevista-antonio-presa-2006-cuarta.html