lunes, 11 de diciembre de 2017

¿Está el pasado tan muerto como creemos? (Segunda parte)


Por Pabla Ochoa 

La resolución a la cara del hombre que regresa de la muerte, por parte de Breccia, fue colocarle la de su ayudante de esos años. 

Horacio Lalia, el dibujante que reside actualmente en Ramos Mejía, recordó esa situación en particular: “Como estaba en permanente conmigo, empezó a ver mi cara a la que estaba acostumbrado a dibujarla y la torturò para que sea la de un tipo de 40 años que venía de la muerte. Tenía la mitad de la edad del personaje creado por Oesterheld, por eso nunca imaginé que iba a quedar definitivamente mi rostro. Breccia nunca me comentó o me pidió permiso para usar mis rasgos, simplemente sucedió”. Además, Lalia agregó sobre la inmortalidad de su rostro: “Cuando le preguntaron a él dijo, "de alguna forma es la cara de Horacio, pero lo que pasa es que sale un poco como Sherlock Time que es la idea de cara de lata, pero de cierta forma es la de Lalia. La verdad que si observan una fotografía mía de esa época, los perfiles de ambos son iguales solo que más sufrido y con ojeras”.

En su época de ayudante de Breccia ¿realizó algún dibujo para la serie Mort Cinder?

No, él era muy cuidadoso con su trabajo En esos años arreglaba historietas antiguas y le posaba para el personaje. Tiempo después le empecé hacer algunos fondos, le hacia algunos grises, pero no intervenía en su trabajo.

El año 1962 fue muy particular para Breccia y Oesterheld ¿cómo observó usted esos días oscuros de los dos autores?

Lo que viví en profundidad fue la enfermedad de Neli que estaba muy mal. Ella se acercaba al estudio y él era una persona concentrada con su trabajo, tenía problemas con los médicos porque a veces me contaba los problemas de salud de su compañera, eran días muy duros pero la verdad que yo era muy pibe, sabía que ambos estaban corriendo de un lado para el otro para revertir esa situación de pobreza, pero la verdad que no estaba muy informado de lo que le sucedía a ambos Además, ellos eran muy reservados con sus vidas, se ponían una especia de coraza y trabajaban sin decir nada.

Sin alejarnos de Mort Cinder, pero ingresando en su vínculo laboral directo con Breccia, en la entrevista realizada por Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno, el dibujante mencionó que solo tenía ayudantes para que le cebaran mates y que le posaran, ¿aceptó usted esa declaración o le molestó?

Alberto era de decir esas cosas, en realidad mi trabajo consistía en hacer el archivo aparte de cebarle mate o de posarle en algún momento. Hice algunos fondos de retícula como el capítulo de la prisión de Mort, pero él era muy meticuloso para que le tocaran su trabajo. Realmente no le gustaba que le metieran mano en sus dibujos, pero la verdad no me tenía solamente para cebar mate como dijo en esa ocasión.



ENTRE PENAS Y GLORIAS

La obra estaba tan adelantada a sus tiempos, que a los lectores y a los propios editores le costaba adaptarse o entenderla en toda su magnitud. En Argentina no llegó a tener un éxito comercial y en España no lograba gustar. Irma Dariozzi, segunda esposa de Breccia, graficó ese contrato de lectura de los autores con sus lectores: “Mort Cinder no vendía, la gente no comprendía esa historieta que era distinta a las del estilo clásico de aventuras. Había muchas cosas ahí, motivo que la convertía en una revista que no interesaba, se ondulaban en los kioscos por el viento y el frio quedando bastantes arruinadas porque no las compraban. Tengo dos de esos ejemplares, uno que compré y otro que me regaló Alberto, ahora son piezas de colección de alto valor económico, es parte de las rarezas que tiene la vida”.

Fue el mismo dibujante quien recordó esa dificultad, en una conversación realizada en Francia en 1992, por su representante Latino Imparato: “Mort Cinder fue difícil en sus comienzos. Cuando el editor argentino mostraba en Europa la revista donde se publicaba Mort Cinder, cortaba páginas de éste y mostraba el resto. Años más tarde este dibujo se transformó en un clásico y en un éxito comercial: por otra parte, mi único éxito comercial”.

Mort Cinder le abrió la puerta al viejo continente, pero no se quedó atrapado en esa gloriosa formula gráfica, sino que se reinventó todo el tiempo. Eso lo distingue del resto de los dibujantes. Pese a este mérito primordial, el obrero del lápiz no repitió la fórmula comercial que había tenido aceptación de la industria cultural y esa fue la virtud de su trabajo después del después: “Si hubiera continuado dibujando a Mort Cinder, en lugar de hacer 200 páginas hubiera hecho 1000, hubiera alcanzado la perfección absoluta para inmediatamente iniciar la caída. Luego de la cima está el descenso; no se puede estar siempre en la cima, porque la vista de debilita, la fatiga comienza a hacerse sentir, uno se aburre haciendo siempre las mismas cosas. La mayoría de los dibujantes se detienen en el momento en que han alcanzado el éxito, se instalan confortablemente y no tienen más deseos de moverse. Hay que saber arriesgar todos los días su propio éxito”.

Solo dos años duraron esas historias que sin pretenderlo por parte de los autores se convirtió en una totalidad. En 1975, se anunciaba la posibilidad de un nuevo capítulo ambientado en el lejano viejo oeste, un western, titulado “ Diligencia a cuchillo”, para INFORMACIÓN, una revista de los mismos editores de CRISIS, pero el anunció no prosperó para materializar esa idea de Oesterheld que fascinó a Breccia en primera instancia.

Mort Cinder es una obra revolucionaria absoluta. La historieta que empieza con un ambiente gótico y después se traslada a distintas circunstancias de la historia universal, muestra lo increíble que es el dibujante, ya que en cada una de las diez aventuras publicadas entre 1962 y 1964 utiliza distintos recursos gráficos de acuerdo al contenido. Alberto Breccia fue una avalancha de paisajes y zonas desconocidas que demandan aún hoy la atención permanente. La diversidad artística de sus obras deben ser leídas como una pieza única y no como piezas sueltas. Su trazo fue un amplio abanico de expresión de sus ideas que permanecen vigentes en la actualidad.

Publicado originalmente en Desalambrar 10/10/2014

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